No cesa la tormenta provocada por cinco jugadores de los St. Louis Rams, que el pasado domingo, antes de disputar un partido, levantaron las manos en solidaridad con los manifestantes contra la violencia policial.
Mientras el departamento de policía de St. Luis asegura que durante una conversación telefónica los dirigentes del equipo se han disculpado, estos han invocado el derecho de la libertad de expresión de sus jugadores y niegan cualquier tipo de disculpas.
Pero el jefe de policía local, Jon Belmar, envió un correo electrónico a sus agentes en el que aseguraba haber recibido una llamada del dueño de los Rams, Kevin Demoff, para "pedir perdón a nuestro departamento".
El cruce de acusaciones, réplicas y contrarréplicas entre los agentes del condado de St. Louis y la escuadra de fútbol profesional de la NFL se enmarca en unas jornadas que vieron cómo se reproducían las manifestaciones callejeras de ciudadanos enfadados con la decisión de no enjuiciar al oficial Darren Wilson, que el pasado 9 de agosto mató de seis disparos a Michael Brown en las calles de Ferguson.
En Nueva York, concretamente en Times Square, centro comercial y turístico de Manhattan, varios cientos de personas se congregaron de forma pacífica durante la noche del lunes frente a un espectacular dispositivo policial.
No hubo que lamentar daños, pero en la ciudad las autoridades contienen la respiración a la espera de que un Gran Jurado se pronuncie en los próximos días sobre si abre juicio al policía que acabó con la vida de Eric Garner el pasado 17 de julio en State Island. Garner, que padecía asma, murió como resultado de la llave de estrangulamiento que le practicó uno de los policías.
