El relajamiento o levantamiento de las sanciones no influirá en los planes de Rusia para sustituir importaciones en la industria de defensa, declaró el viceprimer ministro ruso Dmitri Rogozin.
“Independientemente del relajamiento o cancelación de las sanciones, el plan de sustitución de importaciones se mantiene íntegro”, escribió Rogozin en su cuenta de Twitter.
El tema de la sustitución de importaciones, del que depende una gran parte de la economía rusa, adquirió relevancia tras la imposición de sanciones por parte de Occidente debido a la crisis en Ucrania.
Esta crisis también tuvo sus efectos en las relaciones comerciales entre Kiev y Moscú, que mantenían una estrecha relación en el área industrial desde la era soviética. Rusia se vio obligada a depender de la producción propia.
“Nada cambiará el rumbo emprendido para alcanzar la independencia tecnológica en armamento y equipos militares rusos”, publicó Rogozin en su página de Facebook.
Las relaciones entre Occidente y Rusia se han deteriorado a raíz de la crisis de Ucrania.
A finales de julio, la Unión Europea y Estados Unidos impusieron sanciones contra políticos, empresarios y entidades financieras rusas.
Rusia, por su parte, introdujo un veto agroalimentario con una duración de un año a productos provenientes de países que sancionaron a Rusia como EEUU, la UE, Australia, Canadá y Noruega.