El Instituto de Pesquisa Económica Aplicada de Brasil (IPEA) evitó la publicación de datos que podrían haber alterado la campaña electoral en octubre, entre los que se encuentran el aumento del índice de pobreza extrema.
El dato en cuestión fue actualizado este miércoles en el sitio web del IPEA y puso en evidencia que el número de brasileños en situación de extrema pobreza subió un 3,7% el año pasado, desde los 10,08 millones de 2012 hasta los 10,45 millones en 2013. Este aumento puso fin a 10 años sostenidos de reducción de la miseria, que afectaba a 26,24 millones de brasileños en el año 2003.
En contra de lo habitual, el IPEA no difundió ningún comunicado para informar de la actualización de datos relativos a pobreza extrema.
Este jueves Marcelo Neri, ministro la Secretaría de Asuntos Estratégicos de la que depende el IPEA, se defendió alegando que no se divulgaron datos durante el periodo electoral para preservar la reputación de la institución. Sin embargo, Neri evitó comentar el caso de los polémicos datos sobre pobreza extrema.
“No hubo ningún estudio retenido”, declaró Neri tras aclarar que “el IPEA decidió de forma autónoma, sin interferencia”.
La no divulgación de los datos del IPEA durante el mes de las elecciones en Brasil se suma al de otros organismos oficiales. El pasado 24 de octubre, dos días antes de las elecciones presidenciales en las que Dilma Rousseff (Partido de los Trabajadores) fue designada para un segundo mandato, varios medios brasileños publicaron artículos denunciando anomalías en la fecha de publicación de indicadores como el de desempeño escolar, recaudación fiscal y devastación medioambiental.
El Estudio Nacional por Muestra de Domicilios del IPEA considera como extremadamente pobres a aquellas personas que no consiguen satisfacer su necesidad mínima de calorías.
