El general Xu Caihou, antiguo vicepresidente de la poderosa Comisión Militar Central, ha confesado haber cobrado ingentes sobornos, informa este martes la agencia de noticias oficial Xinhua.
Xu, el más alto cargo militar arrastrado en la campaña anticorrupción del presidente Xi Jinping, ha sido expulsado del cuerpo y del Partido Comunista de China.
La agencia asegura que se benefició de su cargo para favorecer los ascensos de otros militares a cambio de "enormes cantidades en sobornos" a través de él y de familiares. La confesión llega después de las investigaciones, que darán ahora paso al juicio en un tribunal castrense.
Xu fue durante años el más alto cargo militar uniformado ya que por encima de él sólo se encontraba el expresidente Hu Jintao, presidente de la Comisión Militar Central. No es habitual que Pekín anuncie la detención de personalidades militares, por lo que la publicidad se entiende como la voluntad del Ejecutivo de emitir un mensaje de dureza.
El arresto de Xu había provocado un seísmo en el Ejército de Liberación Popular, cuyos altos cargos habían gozado de cierta impunidad a pesar de que el clima de corrupción era un secreto a voces.
La lucha contra los excesos en el estamento militar empezó a finales de los años 90 con la prohibición de hacer negocios, pero la práctica continuó por la falta de controles. Recientemente fue expulsado del partido Zhang Youren, ejecutivo de una empresa militar china por utilizar su influencia para acumular sobornos.
También era conocido que muchos de los nombramientos respondían más a afinidades políticas o sobornos que a la meritocracia militar. Algunos expertos han asegurado que la corrupción está tan extendida que limitaría la eficacia del Ejército en una hipotética guerra.
La promoción en julio de dos docenas de militares, muchos de ellos jóvenes, formados en Rusia o en misiones bélicas, ya sugirió unos criterios de selección más ajustados a la biografía y menos a los sobornos.