Nina Pham, la enfermera contagiada del virus del ébola mientras atendía en Texas a Thomas Eric Duncam, está oficialmente curada.
El segundo test que se le ha practicado dio nuevamente negativo y para celebrarlo una sonriente Pham recibió a la prensa a las puertas del Instituto Nacional de la Salud en Maryland. Han sido treces los días que ha durado su tratamiento.
"Me siento afortunada y bendecida por estar hoy aquí", comentó frente a una nube de cámaras y micrófonos, en una comparecencia retransmitida para todo el país, para a continuación dar las gracias al equipo médico que la ha atendido y, de paso, subrayar sus convicciones religiosas, que la ayudaron "durante toda esta terrible experiencia".
Pham también solicitó que "se respete mi privacidad y la de mi familia mientras trato de recuperarme y vuelvo a la rutina".
Tras entrevistarse con el presidente Obama, que la recibirá en la Casa Blanca, está previsto que la enfermera regrese a Texas, donde reside su familia. Allí se reunirá con sus seres queridos y con su perro, Bentley, que ha permanecido en cuarentena todos estos días.
A diferencia de Excálibur, el perro de la enfermera española Teresa Romero, que fue sacrificado por las autoridades sanitarias de la Comunidad de Madrid, Bentley fue aislado, recibió comida y agua, y se realizó un seguimiento constante de su estado de salud.