El primer ministro británico, David Cameron, ha asegurado que Reino Unido no pagará dentro del plazo indicado el monto pendiente de su contribución a la Unión Europea, que se ha detectado en una revisión de las cuentas comunitarias.
La oficina de estadísticas Eurostat ha fijado en 2.100 millones de euros la cantidad que Londres debe a las arcas de la UE y que ha de ser abonada antes del 1 de diciembre.
Holanda, Italia, Grecia y Chipre también están en débito mientras que Alemania y Francia se encuentran entre los socios que recuperarán parte de sus aportaciones, según el nuevo ajuste financiero.
“Si la gente cree que voy a pagar el recibo para el 1 de diciembre, están equivocados. No va a suceder”, ha señalado Cameron visiblemente enfurecido tras una reunión en Bruselas sobre cambio climático.
El Tesoro británico fue informado la semana pasada del incremento que corresponde a Reino Unido tras una revisión que ha tenido en cuenta la evolución económica de los 28 miembros de la UE. Pero la polémica noticia solo ha trascendido en las últimas horas, provocando una avalancha de críticas de la derecha británica.
George Osborne, ministro conservador de Finanzas, ha señalado que es “totalmente inaceptable” presentar una factura con tan corto plazo de tiempo.
Por su parte, Nigel Farage, líder del UKIP que aboga por salir de la UE, ha lanzado una pulla a Cameron al señalar: “Pagará por supuesto. Estas son las normas y nada puede hacer”.
Ambos partidos lidian una dura batalla por hacerse con un escaño vacante en Inglaterra por un tránsfuga conservador que se somete a votación el mes próximo. Y en plena campaña electoral apenas hay diferencias en sus respectivos mensajes anti- Bruselas y anti-inmigración.
“La UE es como un vampiro sediento que se está dando un festín con la sangre de los contribuyentes de Reino Unido”, ha denunciado Farage por la mañana. El eurodiputado ha reafirmado su determinación por “proteger a las víctimas inocentes” de lo que considera intromisiones de la UE en la soberanía nacional de su país.
Cameron ha ganado al menos un órdago que lanzó esta mañana a sus homólogos comunitarios en Bruselas. La comisión ha aceptado convocar un encuentro de urgencia de ministros de Finanzas para debatir las consecuencias del informe de Eurostat.