Gran Bretaña va camino de convertirse en una sociedad "permanentemente dividida" en función al estatus económico de sus residentes y con un elevado porcentaje de niños condenados a vivir en pobreza toda su vida.
El crítico panorama de uno de los países más ricos del mundo se detalla con claridad en el informe publicado el lunes por la Comisión en Movilidad Social y Pobreza Infantil, ente intergubernamental independiente que preside el exministro neolaborista Alan Milburn.
El documento advierte que la tasa de pobreza entre los menores de edad ha crecido en el último año pese a la recuperación económica. Y añade que sin una drástica intervención del gobierno, los objetivos marcados para recortar en 2020 el número de niños en hogares con mínimos recursos nunca se alcanzarán.
"La década 2010-2020 va a ser la primera en la historia con un crecimiento de la pobreza absoluta desde que se comenzó a registrar este dato en los años 60", denuncia Milburn.
La anterior administración laborista se comprometió, en 2010, a mejorar la situación de los menos favorecidos de Reino Unido. Se definió entonces la pobreza relativa de un menor cuando los ingresos en su hogar son inferiores al 60% de la media nacional. A su vez, la pobreza absoluta se calificó como "falta de recursos suficientes con los que mantener el cuerpo y el espíritu juntos".
El viceprimer ministro, el liberal demócrata Nick Clegg, ha criticado hoy a sus socios conservadores en el gobierno de coalición de "dar la espalda a la pobreza infantil".
El informe presenta una situación desoladora. En Inglaterra, uno de cada seis menores (el 16.6%) vive en pobreza relativa; este mismo dato empeora en Escocia (19%) y en Gales (22%). Irlanda del Norte no está cubierta en esta investigación.
"Es hora de que el gobierno sea honesto, reconduzca sus ambiciones y desarrolle un plan creíble para luchar contra la pobreza y favorecer la movilidad social", critica el presidente de la Comisión.
Milburn contrasta las perspectivas de futuro de los menores en función a la situación económica de sus padres. Así, la mayoría de niños pobres (seis de cada diez) no saca las notas básicas al terminar los estudios de primaria. Además, los hijos de familias prósperas son seis veces más propensos a ir a la universidad.
La revisión confirma que la recesión ha impactado "desproporcionadamente en los jóvenes", que tampoco se están beneficiando del crecimiento económico. "El desempleo juvenil a largo plazo todavía duplica la tasa registrada antes de la recesión", advierten sus autores.
Entre las recomendaciones, la Comisión sugiere excluir a los "trabajadores pobres" de las medidas de austeridad que los tres principales partidos quieren seguir implementando para reducir el déficit estatal.
Este informe oficial sobre la pobreza infantil es el último que se publicará antes de las elecciones generales de mayo de 2015.
