La Policía Civil de Río de Janeiro ha llevado hoy a cabo una macrooperación contra clínicas de aborto ilegales de la ciudad, con el resultado de 55 detenidos.
Entre los arrestados en la "Operación Herodes" se encuentran el médico Aloísio Soares Guimaraes, señalado como líder de la red de abortos ilegales, otros tres médicos, cuatro policías civiles, dos policías militares y un bombero.
Además de las detenciones, la operación incautó 532.000 reales (unos 221.000 dólares) en efectivo entre la casa del médico Aloísio Soares y del inspector de la Policía Civil, Francisco Paula da Silva.
La investigación, la mayor realizada en Brasil contra esta práctica, duró 15 meses e incluye un informe de 56 volúmenes y 14.108 páginas que recogen el testimonio de 80 mujeres que realizaron abortos en las clínicas dirigidas por la red mafiosa.
Entre las cerca de 2.000 mujeres que en teoría fueron clientes de la red, muchas de ellas eran menores o mujeres hasta el séptimo mes de embarazo, que pagaron un promedio de 7.500 reales (3.128 dólares) por aborto.
Estas prácticas ilegales movieron 2.771.150 reales (1,15 millones de dólares) solamente en la clínica de la red en el suburbio de Bonsucesso en Río de Janeiro.
En total, la macrooperación movilizó este martes a 430 agentes de la Policía Civil y 150 coches patrulla de la Policía Militar y el Ejército Brasileño, si se tienen en cuenta las operaciones de detención a los miembros de la red en Sao Paulo y Espírito Santo.
La muerte reciente de la joven de 27 años, Jandira Magdalena dos Santos, y Elizangela Barbosa, de 32 años, durante sendos procedimientos de aborto en clínicas ilegales de Río de Janeiro despertaron todas las alarmas sociales en Brasil.
En el primer caso, la joven Jandira desapareció durante más de un mes y su cuerpo fue encontrado dentro de un vehículo quemado en la parte oeste de la ciudad, una práctica habitual de las redes mafiosas cuando las operaciones, realizadas en las peores condiciones de higiene, tienen complicaciones.
