La decisión sobre la distensión en la frontera indio-paquistaní depende únicamente de Pakistán, declaró el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de la India, Syed Akbarruddin.
A principios de octubre la situación se agravó después de que unos tiroteos en la frontera que divide los dos países causaran ocho muertes civiles en el territorio indio y nueve, en Pakistán. Más de 30 personas resultaron heridas y unos 30.000 indios se vieron obligados a abandonar sus casas.
"India está dispuesta a dar una respuesta adecuada. Le incumbe a Pakistán decidir si continúa la escalada del conflicto u opta por la distensión. Responderemos de manera adecuada a todas sus acciones", dijo Akbarruddin, citado por la agencia india IANS.
Según el portavoz, Pakistán debe "renunciar a aventuras en la frontera y en la línea de control" para que la paz se restablezca y los habitantes puedan volver a sus casas.
"No comenzaremos a negociar solo por temor a Pakistán ni tenemos miedo a las negociaciones", resumió.
Los dos países se acusan mutuamente de violar el alto el fuego. Previamente, el ministro indio de Defensa, Arun Jaitley, tildó a Pakistán de agresor y avisó que India podría reaccionar duramente a los ataques contra su territorio.
Su homólogo paquistaní, Ahmed Mukhtar, y el primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, aseguraron que su país no quería una escalada del conflicto.
Desde que la India Británica se dividió en 1947 en India y Pakistán, estos países han librado dos guerras y mantenido numerosos conflictos fronterizos por la soberanía de Cachemira.
Esta región no tiene fronteras oficiales. Ambos ejércitos están únicamente separados por la llamada línea de control. India acusa a los militares y a los servicios secretos de Pakistán de apoyar a los musulmanes que combaten por la independencia de la región.
Islamabad rechaza estas acusaciones y la tensión entre ambos países se agrava a raíz de este intercambio de fuego en la línea de control.