El grupo Estado Islámico dirige actualmente toda su fuerza militar contra la autonomía kurda de Rojava en el norte de Siria, considera el político kurdo Osman Ozcelik, exdiputado del Parlamento turco.
"El Estado Islámico desistió de pelear contra Asad y arremetió con toda su fuerza contra los kurdos. Lo que está ocurriendo en Kobani es un genocidio kurdo. Los quieren exterminar como nación", indicó.
El suelo kurdo es muy rico en minerales, y es deseado por muchos, pero la población kurda les estorba, precisa el político.
Señaló que los kurdos no pueden detener el avance del Estado Islámico con sus propias fuerzas y que los yihadistas son respaldados tácitamente por varios países árabes.
"Los extremistas controlan pozos petrolíferos y tienen armas pesadas arrebatadas al Ejército iraquí. Los kurdos, en cambio, disponen únicamente de fusiles automáticos y otro tipo de armamento ligero", afirmó.
Los kurdos sirios, que habitan en el norte de Siria, crearon una autonomía llamada Rojava que está formada por tres departamentos, en el noroeste, norte y noreste de Siria. El departamento central, Kobani, constituye un puente entre las zonas occidental y oriental de la autonomía kurda.
"Los extremistas sitiaron Kobani aislándolo de otros departamentos kurdos de Siria y del Kurdistán iraquí. Sólo Turquía es capaz de romper el cerco pero no quiere meterse en el conflicto", dijo Ozcelik.
Como consecuencia, los kurdos no pueden recibir armas de sus compañeros en Turquía y la no injerencia turca conduce al exterminio de la población kurda en Siria, agregó el experto.
