Rusia continúa ampliando la infraestructura militar en el Ártico. En la isla de Wrangel y en el cabo de Schmidt, en el extremo noreste del país y cerca de Alaska, han sido desplegados recientemente varios radares militares y estaciones de guiado aéreo, escribe Nezavisimaya Gazeta.
Se prevé que aviones de combate patrullen la frontera rusa y las aguas neutrales del Ártico. Según una fuente de Defensa que cita el rotativo, también se están formando unidades navales y terrestres que dependerán del nuevo mando ártico, Norte.
La creación de este mando fue anunciada esta semana por el comandante del Ejército de Tierra, coronel general Oleg Saliukov, quien explicó que su objetivo será "proteger los intereses nacionales en el Ártico".
En particular, dijo el general, las nuevas unidades se encargarán de patrullar la zona costera, proteger los territorios polares de Rusia y las instalaciones correspondientes, garantizar la navegación en la Ruta marítima del Norte, escoltar los buques, así como marcar presencia militar de Moscú en la región.
El diario destaca que este año el Ejército ruso ha llevado a cabo maniobras en el Ártico de forma mensual y que simultáneamente se ha ampliado la infraestructura militar rusa en la zona. Tras reabrir la base aérea Temp en la isla de Kotelni el año pasado, Defensa rusa comenzó en 2014 las labores para restablecer las operaciones en otros aeródromos del norte del país.
El refuerzo de la presencia militar rusa en el Ártico se debe, según Moscú, a un mayor "riesgo de conflictos" en la región, indica Nezavisimaya.
"En las zonas disputadas del Ártico se han descubierto importantes yacimientos de hidrocarburos y de otros recursos minerales. Por eso, la creación de nuevas bases e instalaciones militares allí es una medida forzada. Rusia debe proteger sus intereses y lo hace", resume el coronel Eduard Rodiukov, miembro corresponsal de la Academia rusa de Ciencias Militares.
El experto sostiene que el despliegue de radares militares cerca de la frontera de EEUU "no es una acción agresiva sino un factor de contención que permite a Rusia lograr sus objetivos geopolíticos y económicos con ayuda de la fuerza militar".