Estados Unidos otorgó un financiamiento de 1.000 millones de dólares a la petrolera estatal mexicana Pemex para apoyar sus importaciones de bienes y servicios estadounidenses.
Pemex emitirá bonos en los mercados de capital, con garantía del estadounidense Banco de Importación y Exportación (Ex-Im Bank) para financiar las compras a EEUU, anunció la embajada estadounidense en México.
El financiamiento está destinado a las importaciones de Pemex desde EEUU de "servicios de perforación para campos petroleros y de gas natural, plataformas de perforación, generadores de turbina, bombas extractoras, químicos, partes de repuesto, estudios geofísicos, y equipo de seguridad, entre muchos otros bienes y servicios producidos en los Estados Unidos", detalló en un comunicado la embajada de EEUU.
El financiamiento del Ex-Im Bank tiene el objetivo de apoyar a los exportadores estadounidenses, proveedores de Pemex, tales como Checkpoint Pumps & Systems de Mandeville, localizados cerca de Nueva Orleans, frente al Golfo de México. La empresa es un proveedor de paquetes de inyección de químicos, ingeniería, manufactura, pruebas y servicios de campo.
"El financiamiento a mercados de capital es un acercamiento innovador y comprobado que ayuda a proveer fondos para compras de Pemex de bienes y servicios estadounidenses, sin representar un costo extra para el Tesoro de los EEUU", dijo el Presidente del Ex-Im Bank, Fred P. Hochberg.
El Ex–Im Bank es una agencia federal independiente de EEUU, dedicada al financiamiento privado de exportaciones. El Banco otorga financiamiento, seguros para créditos de exportación, y fondos para ayudar a compradores extranjeros (como Pemex), para que adquieran bienes y servicios estadounidenses.
México se convirtió en polo de atracción de inversiones extranjeras desde que en agosto pasado culminó el proceso de una reforma constitucional, que por primera vez en 76 años abre la industria petrolera mexicana a la inversión privada, que fue un monopolio estatal desde 1938.
Las exportaciones de crudo de México a EEUU cayeron de 1,59 millones de barriles diarios en 2004 a 0,97 millones b/d en 2012, una contracción del 39%, su menor nivel en 19 años.
Esta caída fue mayor el derrumbe de la producción de crudo mexicano del 25% en el mismo lapso (de 3,4 millones b/d en 2004 a 2,4 millones b/d en 2014) dado que la dependencia de EEUU de las importaciones de petróleo ha disminuido, desde un pico en 2005, de acuerdo con la estadounidense Agencia de Información Energética (EIA, en inglés).
Esta reducción de las compras a México se explica por la explotación de las reservas de hidrocarburos shale o esquisto en EEUU, sobre todo en Texas y Dakota, mientras que México busca también explotar sus reservas de ese tipo de reservorios de gas y crudo.
En el año fiscal 2013, el Ex–Im Bank aprobó más de 27.000 millones de dólares en autorizaciones para apoyar unos 37.400 millones en exportaciones desde EEUU.