El reciente referéndum sobre la independencia de Escocia no fue tan transparente y democrático como la consulta celebrada en marzo pasado en Crimea, considera el senador ruso, Andréi Klishas.
“Este año fuimos testigos de dos referendos, uno en Crimea y otro en Escocia y es evidente que el referéndum de Crimea, por sus principios y carácter democrático, no se puede equiparar con el de Escocia”, dijo Klishas.
Según el senador, en Escocia no se respetó el secreto de voto y tampoco el principio del sufragio universal.
“Unos 800.000 escoceses que viven en diferentes regiones del Reino Unido no pudieron tomar parte en la consulta”, lamentó.
El referéndum de Escocia para decidir si seguía como parte del Reino Unido o se independizaba se celebró el 18 de septiembre. Como resultado, un 55,3% de los escoceses dijeron no a la secesión.