El número de hambrientos en el mundo descendió en la última década a 100 millones de personas; no obstante, uno de cada nueve habitantes del planeta, o casi 805 millones de personas, sigue sufriendo hambre, dice el informe "El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo (SOFI)" de la ONU.
La cifra se ha reducido respecto a los 200 millones de hambrientos que había en el mundo entre 1990 y 1992, según este documento publicado anualmente por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
También se indica que en 63 países en desarrollo el número de los que pasan hambre se redujo a la mitad. Se prevé que otros seis países logren esta disminución en 2015.
"Los datos sirven como prueba de que podemos ganar la lucha contra el hambre y debemos inspirar a los países a avanzar y alcanzar metas con el apoyo de la comunidad internacional, si hace falta", declararon los dirigentes de FAO, FIDA y PMA en el preámbulo del informe.
Subrayaron que una reducción acelerada, estable y a gran escala del número de hambrientos será posible solo con una voluntad política firme, y que debe ser apoyada por "la comprensión de los problemas nacionales, la elaboración de una política relevante, la implicación activa de todas las partes y la experiencia positiva de otros países".