El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (ONU-DH) y la oficina de la UNESCO en México expresaron este jueves su preocupación por diez asesinatos y tres desapariciones de periodistas denunciados en este país, entre enero de 2013 y julio de 2014, a los cuales se suman las muertes recientes de un corresponsal local, del hijo de 12 años de un reportero, y la golpiza a una periodista en la redacción de su periódico.
Las oficinas en México de los organismos dedicados a la defensa de los derechos humanitarios, educativos y culturales de las Naciones Unidad, "instan al Estado mexicano a adoptar todas las medidas que sean necesarias, para proteger y garantizar los derechos a la vida, la integridad y la libertad de expresión".
Los organismos de la ONU exigieron "investigar, perseguir y sancionar a los responsables de las agresiones", dado que "el actual nivel de impunidad propicia la repetición de las agresiones contras los periodistas y sus familias".
Los responsables de la ONU-DH y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en México citaron esas cifras con base en reportes de la fiscalía especial para la atención de delitos cometidos contra la libertad de expresión en México, y añadieron nuevas agresiones.
Desde ese recuento de 18 meses, han ocurrido cuatro nuevos ataques verificados, como el asesinato del corresponsal del diario El Buen Tono de Veracruz, Octavio Rojas, asesinado el 11 de agosto pasado en su vivienda, en el municipio de Cosalapa, de Oaxaca, estado del sur de México, con predominio de población indígena.
ATACADOS EN SUS CASAS Y EN LA SALA DE REDACCIÓN
Un nuevo caso "ha causado consternación", dice los responsables de esos organismos: la agresión contra Karla Silva, periodista del El Heraldo de León, en la ciudad de Silao, estado de Guanajuato (centro del país), el pasado 4 septiembre.
La ONU-DH reporta, con base en fuentes oficiales, que la periodista se encontraba en las oficinas del periódico acompañada por una secretaria cuando, al atardecer, tres hombres ingresaron a las oficinas y las agredieron violentamente.
La compañera de la periodista, cuyo nombre mantienen en reserva los organismos, logró huir, pero la reportera recibió una golpiza en la cabeza y el cuerpo, "mientras los atacantes la amenazaban haciendo mención a sus recientes crónicas", en las que investiga irregularidades de las autoridades municipales de Silao; y conminaron a la periodista a cesar sus reportajes.
En otro ataque, el periodista Indalecio Benítez, locutor de la radio comunitaria La Calentana, fue atacado a balazos el 1 de agosto por un grupo de hombres con armas de fuego afuera de su domicilio, también sede del medio, en el municipio de Lluvianos, del estado de México que rodea la capital. En la balacera, los agresores mataron al hijo del periodista Juan Diego, un niño de 12 años de edad.
Finalmente, la semana pasada, el 2 de septiembre, el director del seminario veracruzano Tinta Verde y ex reportero del Diario de Xalapa, Ignacio Domínguez, sufrió un ataque a balazos contra su casa, que dejó cuatro impactos en la fachada. Los agresores dejaron una cabeza de cerdo con una amenaza en la entrada de la vivienda.
"La defensa y protección del derecho a la vida y la integridad de los periodistas en México, al igual que el respeto y promoción de la libertad de expresión y el trabajo periodístico en el país, siguen siendo objetos de nuestra principal atención", declaró Javier Hernández, representante en México de la ONU-DH.
Por su parte, Nuria Sanz, representante de la UNESCO en México, expresó: "Nuestros esfuerzos buscarán enfocarse en fortalecer y acompañar la labor de las autoridades del país en todos los niveles de gobierno, así como de los profesionales y técnicos del ámbito del periodismo".
Aun cuando los periodistas publiquen informaciones críticas hacia las autoridades, los funcionarios están obligados a "abstenerse de emitir declaraciones públicas que estigmaticen a las y los periodistas", puntualiza el documento.