Más de dos mil casos de trata de personas, dos terceras partes de los cuales siguen impunes, han sido investigados en México en los últimos cinco años, denunció el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH, ombudsman), Raúl Plascencia.
De 2009 al primer semestre de 2014, “en materia de trata de personas, el grado de impunidad es alarmante, ya que de las 2.105 averiguaciones previas registradas, tan sólo 756 derivaron en una consignación ante un juez”, la tercera parte, dice extenso un informe de la CNDH presentado la tarde del miércoles.
Cada año miles de personas son víctimas en el país azteca de “una nueva forma de esclavitud: la trata de personas es un flagelo que (…) constituye un brutal ataque a la libertad y a la dignidad de los seres humanos”, dijo el ombudsman federal al presentar el diagnóstico (http://www.cndh.org.mx).
El grado de impunidad es mayor si se considera que de esas 2.105 casos investigados, más de 90% están sin castigo “únicamente el 7,2% ha derivado en una sentencia condenatoria”, dice el informe de la CNDH.
La gran mayoría de los casos corresponden a explotación sexual (83.1%) y explotación laboral (12.4%), pero la gran mayoría de las víctimas son mujeres (82,9%) y menores de edad (39,8 %).
El organismo humanitario detectó 15% de víctimas extranjeras de trata; el mayor número proviene de Centroamérica; pero el organismo humanitario encontró víctimas de 33 países.
El extenso diagnóstico señala que el país necesita “un auténtico cambio de mentalidad, a fin de desterrar la excesiva tolerancia social que aún persiste hacia este delito y las diversas formas de explotación”.
Las causas estructurales que son “la desigualdad, la violencia de cualquier género y la cosificación de las personas”, señala el ombudsman federal.
“Es un problema de orden público mundial, por su vinculación a los flujos migratorios, a la situación de pobreza y a la actuación de la delincuencia organizada trasnacional”, concluye la CNDH.
La trata de personas en América Latina
“Existe un gran avance en materia de legislación en América Latina que mueve socialmente las conciencias”, eso ya no es problema, dijo este jueves a Nóvosti Oscar Castro, quien ha sido Presidente del Observatorio Latinoamericano sobre trata y tráfico de personas (ObservaLAtrata) de 2010 a 2013.
El problema es que “los gobiernos aún adolecen de preparación y presupuesto suficiente para provocar que las víctimas rehagan su vida”, dijo vía telefónica Castro, quien ha recorrido decenas de refugios y albergues en varios países de la región.
“Se ha llegado a casos en los que, en los refugios no se deja salir a la víctima hasta que termine el proceso judicial y están prácticamente presas”, se lamenta el experto.
El informe a CNDH visibiliza con sus números estas mismas dificultades, comenta Castro: “Como en toda América Latina, el problema cultural de discriminación por las víctimas de cualquier tipo de delitos sexuales es muy fuerte entre los operadores de justicia y el nivel de confianza en las instituciones para denunciar es muy bajo”.
“Si a esto se le añade la obligación de la víctima de ser testigo de su propio delito para enfrentar al crimen organizado, la mayoría de las denuncias desisten”, lamenta el responsable humanitario.
Finalmente, en México el fenómeno de la trata de personas “está ligado a la explotación sexual en todas sus dimensiones, y en las zonas urbanas y turísticas está vinculada con la trata internacional”, dice el investigador.
Pero también incide “el control territorial del narcotráfico, que comienza a controlar también otras ramas del crimen organizado, como el tráfico de migrantes y la propia trata”, concluye.
