Analistas británicos mantienen una actitud de reservado optimismo respecto al encuentro que los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y Ucrania, Petró Poroshenko, celebraron la noche del martes en la capital de Bielorrusia.
“Las conversaciones en Minsk son un importante paso en la dirección correcta”, señala a Nóvosti Andrew Monaghan, investigador en la Universidad de Oxford y analista del departamento de Rusia y Eurasia del Real Instituto de Asuntos Internacionales, con sede en Londres.
El experto de Chatham House –como popularmente se conoce al reputado Instituto– resalta el significado de este primer encuentro directo entre ambos mandatarios desde el pasado junio, pero advierte de que “las perspectivas de un acuerdo de paz parecen muy limitadas” en el momento actual.
“La situación en Ucrania es muy grave y sería deseable una solución política. Pero creo que será muy difícil alcanzar un arreglo político duradero mientras ambas partes sigan definiendo la situación de una forma tan diferente”, explica el académico e investigador en planificación y pensamiento estratégico en Rusia.
A su vez, Samuel Charap, principal experto en Rusia del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS, en sus siglas en inglés), llama la atención sobre el escaso número de reuniones de alto rango que se han celebrado hasta la fecha en torno a la crisis de Ucrania.
Considera “bueno” el cara a cara entre Putin y Poroshenko, pero rebaja las expectativas sobre los resultados dada la “aparente incompatibilidad de sus respectivos intereses”.
“Cuesta imaginar un compromiso”, señala en un adelanto difundido en Internet, centrado en Rusia y Ucrania, del influyente informe anual del IISS sobre la situación geopolítica mundial: ‘Strategic Survey 2014: The Annual Review of World Affairs’.