Vladímir Putin aseguró que Rusia hará lo posible para el proceso de paz en Ucrania tras el primer encuentro cara a cara con el presidente ucraniano, Petró Poroshenko.
"Rusia hará lo posible para el proceso de paz (en Ucrania), en caso de que empiece. Es necesario impulsarlo cuanto antes", destacó Putin al término de las negociaciones que tuvieron lugar en Minsk.
Al encuentro, que duró casi dos horas, precedieron una reunión entre los líderes de la Unión Aduanera (Bielorrusia, Kazajstán y Rusia), Poroshenko y altos representantes de la Unión Europea.
Fue la primera reunión a fondo que Putin y Poroshenko celebraron tras el breve encuentro del pasado 6 de junio en Francia, donde coincidieron en las celebraciones del 70 aniversario del desembarco de Normandía.
Horas antes, el líder ucraniano destacó que en Minsk se estaba decidiendo el futuro de Europa y del mundo entero.
"Rusia no puede hablar de algunas condiciones para el cese del fuego, de posibles acuerdos entre Kiev, Donetsk y Lugansk", señaló Putin al agregar que se trata de "asunto interno de Ucrania".
"Solo podemos contribuir a crear un ambiente de confianza en este proceso negociador que es posible y sumamente necesario en mi opinión", dijo.
Confirmó que hay acuerdo para que el Grupo de Contacto, integrado por representantes de Rusia, Ucrania y la OSCE, "reanude cuanto antes su labor en Minsk".
Anteriormente, el presidente bielorruso Alexandr Lukashenko dijo que Minsk podría convertirse en plataforma para contactos regulares del Grupo de Contacto.
Desde abril de 2014 Kiev lleva a cabo una operación especial en el este del país, cuyos habitantes, disconformes con el cambio de poder en febrero pasado, proclamaron las Repúblicas Populares de Lugansk y Donetsk.
Según los últimos datos de la ONU, correspondientes al 19 de agosto, el conflicto causó 2.249 muertos y 6.033 heridos. La cifra de desplazados internos alcanzó los 190.000; otras 207.000 personas encontraron refugio en Rusia.
Rusia podrá enviar a Ucrania más ayuda humanitaria
Vladímir Putin declaró en rueda de prensa que en Minsk se logró un acuerdo para el envío de la ayuda humanitaria rusa al este de Ucrania.
"Hemos hablado de que es posible y necesario proporcionar asistencia humanitaria a Donetsk y Lugansk, y hemos logrado un acuerdo acerca de cómo vamos a colaborar en esta materia", dijo Putin.
El pasado 12 de agosto, Rusia envió a Ucrania unos 280 camiones Kamaz con un cargamento que incluía 400 toneladas de granos, 100 toneladas de azúcar, 54 toneladas de fármacos e instrumental médico, 12.000 sacos de dormir y 69 generadores eléctricos para la población del este de Ucrania.
La caravana permaneció varios días en la frontera a la espera de que Kiev, Moscú y el Comité Internacional de la Cruz Roja consensuaran todos los detalles de la operación, hasta que el 22 de agosto Rusia decidió que era inadmisible seguir retrasando el envío de la ayuda e introdujo el convoy en Ucrania. Al día siguiente, los camiones regresaron a Rusia tras haber descargado su carga en Lugansk.
Economía, una asignatura pendiente
La reunión de Minsk no aportó solución a la disputa gasista de Kiev y Moscú, ni disipó los recelos de Rusia ante la asociación de Ucrania con la Unión Europea, pero las partes pudieron defender sus posturas y acordar la necesidad de nuevas consultas.
El presidente Putin manifestó la confianza en que Kiev y las capitales occidentales respeten las medidas que Rusia toma para proteger su economía.
"Si no llegamos a un acuerdo y nuestras preocupaciones son desatendidas, nos veremos obligados a tomar medidas para proteger nuestra economía", declaró.
El mandatario ruso destacó que "cada parte del proceso tiene derecho a tomar cualquier decisión dentro del ámbito de sus competencias".
"Respetaremos cualquier decisión de nuestros colegas europeos y de los socios ucranianos. Y esperamos que acojan con el mismo respeto las medidas que adoptamos para proteger nuestros intereses", señaló.
Horas antes, Putin advirtió que los países de la Unión Aduanera tendrán que eliminar el trato preferencial de que se benefician actualmente las importaciones ucranianas.
Mencionó que en el marco de la Unión Aduanera Rusia ya está recibiendo mercancías de la UE cuya entrada ha sido embargada por Moscú, pero como reexportación, en este caso proveniente de Bielorrusia, y añadió que los exportadores a veces simplemente cambian la etiqueta del país de origen por otra.
Con Ucrania podría plantearse el mismo problema, pero "diez veces más fuerte", alertó.
El 27 de junio pasado, Ucrania firmó en Bruselas un acuerdo de asociación y libre comercio con la UE. Según considera Moscú, la entrada en vigor del acuerdo conlleva riesgos económicos para las relaciones entre Rusia y Ucrania.
Con respecto al suministro de hidrocarburos, Putin se pronunció por "relanzar el diálogo sobre la energía, sobre problemas gasistas".
"Hemos quedado en reanudar estas consultas", dijo Putin en rueda de prensa.
Reconoció que el tránsito del gas ruso a los consumidores europeos "ha quedado en suspenso" debido a la disputa gasista entre Moscú y Kiev, pero subrayó que Rusia cumple cabalmente las condiciones del contrato.
El pasado 16 de junio, la ucraniana Naftogaz interpuso ante el Tribunal de Arbitraje de Estocolmo una demanda para impugnar el precio de gas previsto en el contrato firmado con Moscú en 2009.
El pleito se interpuso el mismo día en que el consorcio ruso Gazprom obligó a Ucrania a pagar el gas por adelantado. Gazprom demandó a Naftogaz ante la misma corte por el impago de 4.500 millones de dólares.
Desde el 1 de abril, el precio de gas para Ucrania aumentó de 268,5 dólares a 485 dólares por 1.000 metros cúbicos, tras la anulación de dos descuentos.