Los dirigentes brasileños han transmitido sus mensajes de condolencia por la muerte de Eduardo Campos, de quien han destacado su compromiso y esfuerzo para mejorar Brasil, hacerlo un país más justo y su valor como renovador político.
Campos, que será sepultado este fin de semana, si las labores de recuperación del cuerpo no sufren interrupciones, murió en la mañana de este miércoles (hora local) cuando la avioneta en la que viajaba se estrelló en el aeropuerto de la ciudad brasileña de Santos, en el litoral de estado de Sao Paulo.
Candidato del Partido Socialista de Brasil (PSB) a presidente, se había desplazado hasta la localidad desde Río de Janeiro para participar en un acto electoral como parte de su campaña que culminaría el 5 de octubre, día en que los brasileños están llamados para votar.
Uno de los primeros que transmitió sus condolencias fue el expresidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, aliado político de Campos durante muchos años y que algunos consideran su padrino en Brasilia, ya que sirvió en su gabinete como ministro de Ciencia y Tecnología.
Lula afirmó a través de un comunicado de prensa que está "profundamente entristecido" por la muerte de "un gran amigo y compañero" y recordó su vinculación con el abuelo de Campos, con quien se inició en la política, y de quien dijo que era un "memorable líder de causas populares".
Asimismo, destacó que Campos luchó para "hacer de Brasil un país más justo y digno".
Según informaron diversas fuentes, Lula, amigo personal de Campos y su familia, llamó personalmente a la madre del político fallecido, Ana Arraes –presidenta del Tribunal de Cuentas– y durante la conversación con ella no pudo evitar emocionarse y rompió a llorar.
Por su parte, el también expresidente Fernando Henrique Cardoso, miembro del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) destacó a través del canal de televisión Globo que Campos "abría la esperanza para Brasil".
Precisamente ese papel de esperanza para Brasil es el más destacado por la ciudadanía que veía en Campos una alternativa nueva de gobierno más allá del Partido de los Trabajadores (PT), que lleva 12 años al frente de Ejecutivo y el PSDB que ocupó el Gobierno con anterioridad.
Pese a ser visto como renovador de la política brasileña, papel que él mismo se adjudicaba, estaba tercero en las encuestas electorales que le otorgaban alrededor del 8% de los votos en los comicios que se celebrarán el próximo día 5 de octubre.
La actual presidenta brasileña, Dilma Rousseff, afirmó a través de una nota de prensa que "Brasil entero está de luto" por la muerte de Campos y aseguró que el país ha perdido a "un gran brasileño, un gran compañero".
Rousseff, candidata a la reelección y principal rival de Campos, ya que está de primera en los sondeos de voto con un amplio margen, también hizo hincapié en el papel renovador de Campos, de quien dijo que "desde joven luchó el buen combate de la política".
El principal candidato opositor de Rousseff, Aécio Neves, del PSDB, transmitió a través de su cuenta en la red social Twitter sus condolencias a la familia de Campos de quien destacó que era uno de los "más talentosos políticos" de Brasil.
Además, afirmó que "siempre luchó con idealismo por aquello en lo que creía" y añadió que su muerte es irreparable" e "incomprensible".
La líder ecologista Marina Silva, que aspiraba a la vicepresidencia en la candidatura de Campos, destacó en declaraciones ante los periodistas el compromiso de su compañero con "ideales por un mundo mejor".
Según afirmó, Campos mantuvo ese compromiso hasta los últimos segundos de su vida.
Silva, que ya se presentó a las elecciones de 2010 como candidata a presidenta, pretendía hacer lo mismo en estas elecciones, para lo que fundó el partido Red Sustentable que no fue registrado a tiempo para concurrir a los comicios, por lo que optó por unirse al PSB y formar dupla con Eduardo Campos.
Ahora, el PSB tiene diez días para elegir a un nuevo candidato y Silva parece estar en cabeza para optar a ese puesto.
