El presidente del parlamento libanés, Nabih Berri, nuevamente aplazó las elecciones presidenciales, esta vez para el 2 de septiembre, informó la agencia NNA.
El martes, el legislativo debía elegir al mandatario del país, pero a la sesión asistieron solo 56 parlamentarios, por tanto, las elecciones fueron postergadas a falta de cuórum.
Para que las elecciones lleguen a celebrarse en una vuelta, al menos 86 diputados deben votar, es decir dos tercios del total.
El parlamento libanés se encuentra dividido en dos bloques opuestos que controlan una cantidad similar de escaños. Es una de los motivos de que desde el pasado 25 de mayo, día cuando expiró el mandato de Michel Suleiman, el país vive una crisis política.
Según la Constitución, el presidente del Líbano solo puede ser un cristiano maronita, elegido por el parlamento. Los seguidores del maronismo pertenecen a la iglesia católica y constituyen un 25% de la población libanesa.