Activistas del Movimiento de los Sin Tierra (MST) y diferentes investigadores científicos enviaron este miércoles una carta al papa Francisco solicitando que les apoye en su campaña contra las licencias de cultivos de transgénicos en Brasil.
El documento fue presentado también a la Confederación Nacional de Obispos de Brasil (CNBB por sus siglas en portugués) y expresa su temor ante la posibilidad de que empresas multinacionales registren la propiedad de diferentes formas de vida.
Si esto sucediese, según afirman, podría producirse una amenaza a la seguridad alimentaria y estimularía la biopiratería, por lo que, en su opinión, debe impedirse la implantación de los cultivos transgénicos.
Según expresó el profesor del Centro de Ciencias Agrícolas de la Universidad Federal de Santa Catarina y firmante de la carta, Rubens Onofre Nodari, en declaraciones a los medios, la misiva, "aunque no entre en minucias sobre datos científicos" contiene elementos "suficientemente contundentes" sobre el impacto en la biodiversidad y en los animales.
En referencia a la falta de consenso científico sobre el tema, Nodari respondió que en los últimos tres años "ha aumentado el número de trabajos independientes que demuestran los riesgos" que suponen los organismos genéticamente modificados.
Nodari también afirmó que, según una investigación reciente realizada por su universidad, el 10% de los pequeños agricultores brasileños "no saben si las semillas que plantan son transgénicas o no".
En este sentido destacó que en el país suramericano existe una tradición muy arraigada de intercambio de semillas, lo que propicia la diseminación de los transgénicos.
El dirigente del MST, João Pedro Stédile, afirmó que el documento debe ser observado por la comunidad científica y todos los que se interesan por los transgénicos.
Además, destacó que "los transgénicos permiten que las empresas se adueñen de las semillas que son un patrimonio de la humanidad".
Por su parte, el secretario general de la CNBB, Leonardo Ulrich Steiner, afirmó tras recibir la misiva que el papa Francisco ya ha mostrado su interés en diferentes ocasiones por el medioambiente.
Asimismo, señaló que si Francisco percibe la "importancia del valor ético del tema y de la necesidad de dar su opinión al respecto lo hará".
"No tengo dudas sobre eso, puesto que es una persona que tiene opiniones que han destacado que la economía no puede sobreponerse a la persona", afirmó.