La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, lanzó en una entrevista radiofónica este jueves una dura crítica a los comentarios pesimistas que se han producido en los últimos días tras los débiles resultados económicos anunciados esta semana.
En sus declaraciones, Rousseff afirmó que los pesimistas parecen apostar por el "cuanto peor mejor" y que con sus comentarios están creando unas expectativas "extremadamente nocivas" para el país.
Entre sus críticas destacó la dirigida contra aquellos que opinan que la inflación acabará por encima de la meta para este año, calculada entre el 4,5% y el 6,5%, y los rumores de "tarifazo" en el sector de la energía para compensar los efectos de la sequía sobre las hidroeléctricas.
"Dijeron que habría un descontrol inflacionario. Aquí en Brasil es siempre así. La inflación sube el primer semestre y cae en el segundo. La inflación está cayendo y va a quedar dentro de nuestros límites del 4,5 al 6,5%".
Según Rousseff, el pesimismo es infundado y no existen motivos para desconfiar: "Existe, de forma deliberada, un proceso de creación de expectativas negativas extremadamente nocivas para el país, como hicieron con la Copa. Es el pesimismo sistemático instigado por aquellos que quieren acabar con lo que se ganó y volver atrás en el camino avanzado".