Los especialistas rusos tienen pocas esperanzas de que el satélite biológico Foton-M regrese a la Tierra pero no las pierden del todo y es que, además del fracaso del experimento, supondría la muerte de unas lagartijas que viajan a bordo y que tienen comida solo para 2,5 meses, escribe Kommersant.
“El aterrizaje de la cápsula en el territorio ruso estaba previsto dentro de 60 días para que el experimento continuará en la Tierra y fueran investigados los resultados obtenidos”, según el miembro de la Academia rusa de la Cosmonáutica, Alexandr Zhelezniakov.
La víspera se informó sobre la pérdida de contacto con el aparato que, no obstante, continúa realizando los experimentos en modo autónomo.
“Los equipos científicos funcionan, recibimos los datos. Puede que no sean completos, pero los hay. El programa se cumplirá según lo previsto, pero no podremos tener la totalidad de la información”, lamentó el científico.
Explicó que los científicos optaron por las lagartijas a causa de su capacidad de adherirse con las patas a las superficies. Así, la ingravidez les afecta en menor medida.
Los expertos rusos, prosiguió, están interesados en estudiar los efectos de la gravedad cero sobre aparato locomotor.
“Es una de las tareas que tenemos. Nos gustaría mucho que (las lagartijas) regresaran. Para conseguirlo, tenemos dos meses”, señaló.
Otro satélite Fotón de similares características fue lanzado por Rusia en 2007 y cumplió exitosamente con su misión.