La Casa Blanca podría considerar la posibilidad de otorgar a los ciudadanos hondureños que lo soliciten la condición de refugiados siempre que cumplan con una extensa serie de requisitos.
El rumor inunda los medios a unas horas de que comience la cumbre prevista entre el presidente Obama y los presidentes de El Salvador, Guatemala y Honduras.
En declaraciones realizadas a medios como el New York Times, oficiales del gobierno estadounidense que rehusaron dar su nombre han confirmado que los hondureños que huyen de la violencia podrían optar a un estatus similar al que en el pasado se concedió, por ejemplo, a los vietnamitas.
De aprobarse, dicen, no será un "coladero" y muchos verán sus solicitudes descartadas. Pero para críticos como Mark Krikorian, del Center for Inmigration Studies, que ha hablado con el New York Times, se trata de una idea fallida, que estimulará la salida de hondureños y hará poco o muy poco por revertir la actual crisis humanitaria.
No hay duda de que de salir adelante el citado plan provocará una enorme controversia, acentuada por la discusión que ahora mismo existe en el Congreso respecto a los 3.700 millones de dólares solicitados por un Obama muy criticado. El sector más radical del partido republicano lo acusa de haber provocado la crisis por su pasividad en la frontera y su protección ejecutiva de los llamados dreamers.
Con la medida, que podría aprobarse de forma ejecutiva, sin necesidad de pasar por la aprobación del Congreso, la Casa Blanca pretende crear un programa piloto que bien podría extenderse al resto de Centroamérica en los próximos meses.
