El Gobierno ruso presentará próximamente al presidente Vladímir Putin un plan para sustituir las importaciones en el sector de armamentos convencionales, declaró hoy a la prensa el viceprimer ministro ruso Dmitri Rogozin.
“El Gabinete ya ha examinado el asunto. El plan recibió el visto bueno de los ministerios de Defensa e Industria. Próximamente lo presentaremos al presidente”, dijo Rogozin.
Señaló que el programa no requerirá “ningún presupuesto desorbitante” pero reconoció a la vez que será necesario revisar los plazos de algunos proyectos, por ejemplo los relativos a buques de superficie.
Según Rogozin, las sanciones impuestas por EEUU a varias empresas rusas estimularán el desarrollo del sector de defensa y la fabricación de componentes en territorio nacional. “Las sanciones nos obligan a trabajar más. No es que sea un problema imposible de resolver”, dijo.
Rogozin opinó que de todas las compañías rusas de la industria de defensa las sanciones estadounidenses afectarán solo al consorcio Kalashnikov que tiene importantes contratos de exportación de armas ligeras al mercado estadounidense.
“Sobre todo, perjudicarán a los compradores estadounidenses”, advirtió el viceprimer ministro al estimar en “millones y no decenas de millones de dólares” las pérdidas para la cuna del más famoso fusil de asalto del mundo.
Anteriormente, Kalashnikov reconoció que EEUU es un importante mercado en su geografía de las exportaciones de armas de uso civil. Los productos de la empresa gozan de una gran demanda en Norteamérica, los pedidos preliminares superando tres veces el total de las exportaciones anuales del consorcio a Estados Unidos.
Además de Kalashnikov, en la “lista negra” estadounidense figuran varias empresas del sector de defensa ruso, en particular Almaz-Antey, fabricante de los sistemas de misiles S-300, S-400 y Buk.