Una encuesta del periódico Washington Post y la cadena de televisión ABC, hecha pública esta mañana, muestra que los estadounidenses desaprueban tanto la gestión presidencial de la crisis como la actitud de los republicanos en el Congreso, a los que se acusan de no aportar soluciones y fiar su estrategia al descrédito del presidente.
"Los números", escribe el Post, "suponen un varapalo político para un presidente que alcanzó la presidencia con el apoyo del 71% de los latinos".
A un día de que Obama se reúna con destacados congresistas latinos para recabar su apoyo, las cifras arrojadas resultan devastadoras. Según los autores de la encuesta, seis de cada diez estadounidenses desaprueban la gestión presidencial de la crisis. No convence su retórica, su falta de ideas, su inanición, ni sus renovados intentos de tomar las riendas de lo que ya amenaza con ser su particular Katrina, tal y como ya anuncian no pocos comentaristas políticos.
Con todo, el 53% se muestra favorable a que el Congreso autorice la asignación de los 3.700 millones de dólares solicitados por Obama para paliar en la medida de lo posible la situación fronteriza.
Y si Obama sale malparado del estudio, los republicanos no le van a la zaga. En realidad sus números son todavía peores: el 66% de los encuestados critica su gestión en el Congreso. No sólo: "las notas negativas crecen hasta ser mayoría incluso entre los votantes más conservadores".