Georgia ha dado hoy el último adiós al expresidente Eduard Shevardnadze, fallecido el 7 de julio a los 86 años.
Shevardnadze, quien había sido también el último ministro de Exteriores de la Unión Soviética, fue enterrado a las 16.00 del domingo hora Tiflis (12.00 GMT) al lado de su esposa, en el patio de la residencia donde vivió en los últimos años.
El primer ministro georgiano Irakli Garibashvili, al intervenir en la ceremonia fúnebre, calificó a Shevardnadze de “representante de aquella generación de políticos mundiales del siglo XX que han hecho una contribución importante al término de la Guerra Fría, la caída del muro de Berlín y el establecimiento del nuevo orden internacional”.
El funeral se celebró con honores militares y las banderas a media asta en toda Georgia y en las legaciones diplomáticas georgianas en el exterior. Le precedió una ceremonia de despedida que se prolongó por cuatro días, primero, en la residencia de Shevardnadze y luego en la capilla ardiente instalada en Sameba, la Catedral de la Santísima Trinidad de Tiflis.
Para despedirse de Shevardnadze, a la capital georgiana se desplazaron numerosas personalidades del mundo de la política internacional, entre ellas el exsecretario de Estado de EEUU James Baker, el exministro de Exteriores de Alemania Hans-Dietrich Genscher, el líder parlamentario de Armenia Galust Saakián, el expresidente de Estonia Arnold Ruitel y otros estadistas.
De Rusia, con la que Georgia rompió relaciones diplomáticas en 2008, llegó un grupo de hasta 30 hombres del mundo de la ciencia y la cultura, así como reputados representantes de la comunidad georgiana.
Shevardnadze fue el último jefe de la diplomacia soviética (1985-1991).
En 1995, se convirtió en el segundo presidente de Georgia tras Zviad Gamsajurdia, y gobernó el país hasta 2003.