La visita del presidente de Rusia, Vladímir Putin, a Argentina comunicará un fuerte impulso al desarrollo de la cooperación bilateral en la economía, opinan expertos argentinos.
“En cuanto al impacto en las relaciones bilaterales, las relaciones entre Argentina y Rusia datan del siglo XIX, es decir, se trata de un activo diplomático que no solamente debe mantenerse, sino ampliarse puesto que las relaciones comercio económicas no reflejan esa larga relación”, se muestra convencido Alberto Hutschenreuter, Doctor en Relaciones Internacionales (USAL) y profesor de Geopolítica en la Escuela Superior de Guerra Aérea.
Ambos países, según el experto, aspiran a que el intercambio comercial se incremente significativamente, y los numerosos proyectos en diferentes segmentos tienden a ello, en particular “en el segmento aeroespacial, el de la energía nuclear, el de los agro alimentos, el de equipos y armamentos”.
Argentina coincide hoy con Rusia en temas como la multipolaridad y la coexistencia pacífica y mutuamente pueden ayudarse en términos diplomáticos, sostiene Marcelo Montes, analista y profesor de Política Internacional en la Universidad Nacional de Villa María.
Entre los posibles ámbitos de colaboración mencionó el rechazo a las demandas de los "fondos buitres", la cooperación antidrogas y un comercio mundial más abierto.
“En términos económicos, concretamente, Rusia busca expandir el negocio energético, tanto de las centrales nucleares a la Argentina así como la participación de Gazprom en licitaciones o "joint ventures" con YPF y otras petroleras argentinas”, señaló el experto.
Agregó que tras la visita de Putin, seguramente, emprendimientos metal-químicos también verán cobrado cierto impulso.
