China ha rechazado formar de nuevo un grupo mixto con Estados Unidos sobre ciberseguridad a pesar de las peticiones de Washington.
La negativa revela las diferencias que separan a las dos potencias en uno de los temas más importantes que han sido tratados durante los dos últimos días en el Diálogo Estratégico y Económico celebrado en Pekín. China canceló aquel programa después de que Washington acusara en mayo a cinco de sus militares de espiar a compañías estadounidenses.
John Kerry, secretario de Estado, ha afirmado tras la reunión de hoy que “la pérdida de propiedad intelectual a través del ciberespionaje tiene un efecto desalentador en la innovación y la inversión”.
Estados Unidos y otros países occidentales han acusado a piratas chinos de atacar a sus empresas privadas y gobiernos con el beneplácito de Pekín.
“Los casos de ciberrobos han dañado nuestros negocios y amenazado la competitividad de nuestra nación”, ha añadido Kerry, quien ha definido como “francas” las conversaciones de hoy con Pekín sobre el asunto.
Pekín ha reiterado que el cibercrimen es un problema global del que su país también es víctima. “El ciberespacio no debería ser un arma para dañar los intereses de otros países”, ha dicho Yang Jiechi, consejero de Estado chino.
Pekín ha respondido en el pasado a las acusaciones de Washington esgrimiendo los numerosos ataques que sus webs de Defensa han sufrido por piratas con origen en Estados Unidos. Las revelaciones del antiguo contratista de la agencia de seguridad estadounidense Edward Snowden sobre el espionaje masivo de Washington en el mundo han permitido a Pekín acusar a Estados Unidos de hipócrita.
Las conversaciones sobre ciberespionaje se han producido el mismo día que el diario estadounidense New York Times revela que piratas chinos entraron en marzo en los ordenadores de una agencia gubernamental que guarda información confidencial de los funcionarios públicos.
China y Estados Unidos han terminado hoy el diálogo con el acuerdo de fortalecer la cooperación en contraterrorismo y los vínculos militares, aunque no han ofrecido ningún detalle. No ha habido progresos sustanciales en otros temas que separan a las dos superpotencias como la política monetaria china, el cambio climático o los crecientes enfrentamientos en el Mar del Sur de China.