El festival internacional Koktebel Jazz Party vuelve a convocar a mediados de septiembre a Crimea músicos de todo el mundo para participar en uno de los eventos musicales más importantes de Europa del Este.
El anuncio ha sido hecho por la Agencia de Información Internacional Rossiya Segodnya, que en esta edición asume la organización y gran parte de los costes del festival, que tendrá lugar del 12 al 15 de septiembre en el emblemático Koktebel, que desde hace dos siglos es punto de encuentro preferido para pintores y músicos.
“Junto con mis amigos ucranianos organizamos por primera vez el Koktebel Jazz en 2003 y desde entonces se celebró cada año. Este otoño debía tener lugar su 12 edición, pero a causa de los acontecimientos en Ucrania los organizadores se vieron obligados a trasladarlo a Odesa. Pero Koktebel y el jazz son inseparables, y el Koktebel Jazz Party les dará un nuevo aliento”, dijo Dmitri Kiseliov, director general de Rossiya Segodnya.
La iniciativa de la agencia, que financiará el festival con sus propias ganancias y medios facilitados por patrocinadores, cuenta con el apoyo del Ministerio de Cultura de Rusia, que lo enmarcó en las actividades del Año de la Cultura que se lleva a cabo en el país.
“Invito a todos al festival y estoy convencida que este evento, nacido en el Año de la Cultura, se celebrará cada año en Koktebel, joya de Crimea y de Rusia”, declaró Elena Milovzórova, viceministra de Cultura de Rusia.
Pese a la complicada situación política, la convocatoria ha recibido buena acogida internacional, dice el director artístico del proyecto, Mijaíl Ikónnikov.
“No tenemos problemas con la convocatoria, participarán muchos colectivos internacionales”, indicó.
De los invitados a actuar en Crimea mencionó el trompetista estadounidense Tom Harrell, la cantante Deborah Brown y el percusionista Jamal Thomas, el quinteto cubano Maraca & Ramón, encabezado por el legendario flautista Orlando “Maraca” Valle, así como la flor y la nata del jazz ruso.
“El Festival de Koktebel siempre ha tenido un lema. Este año lo definiría como 'Cuerdas y teclas en vez de gatillos y detonadores'”, indicó Kiseliov.
