El precio del gas ruso establecido por el contrato a largo plazo de suministros a China corresponde más a los intereses de Moscú que de Pekín, opinan expertos de la empresa analista IHS.
La rusa Gazprom y la china CNPC firmaron hoy un contrato, por valor de unos 400.000 millones de dólares, que prevé suministrar 38.000 millones de metros cúbicos anuales del gas ruso a China en los próximos 30 años.
El jefe de la empresa rusa, Alexéi Miller, se negó a revelar el precio del gas argumentando que se trata de un secreto comercial. Sin embargo, una fuente de la delegación rusa en Shanghái declaró más tarde a Nóvosti que supera 350 dólares por 1.000 metros cúbicos.
“El supuesto precio final se acerca más al propuesto por Moscú que por Pekín. A cambio de ello, se suprimió la cláusula sobre el anticipo obligatorio. El precio alto del gas refleja la disposición de China a pagar más por un combustible más ecológico”, dice un informe preliminar de IHS publicado tras la firma del contrato.
Asimismo, según la empresa, el acuerdo permitirá a Gazprom consolidar sus posiciones “del principal actor” en el mercado asiático de gas en medio de la crisis geopolítica por la situación en Ucrania y la creciente presión de los compradores occidentales.