El coleccionista alemán Cornelius Gurlitt, fallecido el martes, legó su enorme recopilación de obras de arte, en su mayoría expoliadas por los nazis en los años 1930, al Museo de Bellas Artes de Berna, informó hoy la AFP.
“El abogado Christoph Edel informó al Museo de Bellas Artes de Berna de que su cliente Cornelius Gurlitt dispuso que nuestra institución sea su único heredero”, dice el comunicado del museo.
Ahora el testamento de Gurlitt está pendiente de un visto bueno judicial.
El museo indicó además que nunca ha tenido negocios con el coleccionista y que su última voluntad tiene “numerosas implicaciones de carácter jurídico y ético”.
En noviembre pasado en la vivienda de Múnich de Gurlitt la policía halló unos 1.400 cuadros de modernistas que en gran parte fueron confiscados por los nazis en los años 1930 como “arte degenerado”. Anteriormente se creía que la colección fue destruida en los bombardeos de Dresde en 1945.
Según la prensa, el valor de las obras, entre ellas las de Picasso, Henri Matisse, Marc Chagall y Paul Klee, se eleva a 1.000 millones de euros.
Gurlitt heredó los lienzos de su padre, un marchante de arte en los tiempos del Tercer Reich.
El coleccionista, que fue investigado por sospecha de evasión fiscal y apropiación indebida de bienes ajenos, rechazó todas las acusaciones en su contra.