La crisis ucraniana condiciona negativamente la postura de la Unión Europea respecto la construcción del gasoducto South Stream y todas las posibilidades de flexibilizar la actitud de la UE hacia Gazprom están “a la sombra de la política”, declaró el comisario europeo de Energía, Gunther Oettinger.
“Ahora, en condiciones de la crisis ucraniana, ocupamos una postura más defensiva respecto a los gasoductos rusos que hace un año. Hacer excepciones para Gazprom no está entre nuestras prioridades”, dijo Oettinger en una entrevista al periódico The Financial Times.
La semana pasada Rusia demandó a la UE en la OMC a causa de la aplicación del llamado “tercer paquete energético” que estipula que las compañías productoras del gas no pueden poseer gasoductos magistrales en el territorio europeo, lo que obstaculiza la construcción del South Stream.
“No sería realista esperar una modificación de las reglas en los próximos días o años. Por supuesto, en Rusia la cultura es diferente. El Gobierno de Rusia y Gazprom prefieren predominar en toda la cadena: desde la extracción (…) y hasta la producción de energía eléctrica”, indicó el comisario.
Según informó el servicio de prensa de la Agencia Federal alemana de Redes Eléctricas, queda sin resolver la cuestión de dar a Gazprom la posibilidad de utilizar el gasoducto Opal que atraviesa Alemania uniendo el Nord Stream con las redes energéticas de Europa Central y Occidental.
A finales de semana pasada el ministro de Energía de Rusia, Alexandr Nóvak, señaló que la UE obstaculiza la implementación del proyecto South Stream que está destinado a diversificar las exportaciones del gas ruso y que es muy importante debido a la situación en Ucrania.