El ministerio público solicitó cadena perpetua y confiscación de bienes para el expresidente de Kirguizistán, Kurmanbek Bakíev, por el fusilamiento de 77 manifestantes en Biskek en 2010.
El fiscal pidió el mismo castigo para Zhanysh Bakíev, exjefe del Servicio de Guardia y hermano del expresidente, y el ex primer ministro Daniyar Usénov también acusados de la matanza de los manifestantes en una protesta de hace cuatro años en Biskek que se saldó además con tres centenares de heridos y desembocó en un golpe de Estado y el derrocamiento de Bakíev.
“No se halló ninguna circunstancia atenuante para los acusados. Queda plenamente probada su complicidad en 77 homicidios y 306 intentos de homicidio”, declaró el acusador en la audiencia de hoy.
Además, pidió exculpar al hijo mayor del expresidente y exjefe adjunto del Servicio de Seguridad Nacional, Marat Bakíev, de los homicidios y condenarlo a ocho años de prisión por “operaciones financieras con fondos adquiridos de forma ilícita” y “el abandono del lugar de servicio”.
El fiscal solicitó también 15 años de prisión para el exjefe del Gabinete de la Presidencia, Kanibek Zhoroev, y el exfiscal general kirguís, Nurlán Tursunkúlov, y 25 años, para el exjefe del Servicio de Seguridad Nacional, Murat Sutalínov.
A la vez, recomendó exculpar por falta de pruebas a los agentes del grupo antidisturbios Alfa y del Servicio de Guardia, lo cual provocó una protesta de los familiares y los abogados de las víctimas que abandonaron la sala de tribunales.
El proceso judicial por los acontecimientos de 2010 comenzó en Biskek hace tres años. La mayoría de los acusados, incluidos los altos funcionarios públicos, huyeron del país y son procesados en rebeldía.