El número global de ejecuciones ascendió en 2013 hasta 778, lo que constituye un aumento del 15% frente al año anterior, informó hoy Amnistía Internacional.
Según el informe anual de la organización, encabeza el ranking China, donde el año pasado fue registrado un millar de ejecuciones.
Al mismo tiempo, los defensores de derechos humanos desconocen el número exacto de ejecuciones en el país asiático porque esta información constituye un secreto de Estado.
En cuanto a los países que sí ofrecen datos, la mayor cantidad de ejecuciones tuvo lugar en Irán (369 personas) e Irak (169 personas), que ocupan el segundo y el tercer lugar en la lista de Amnistía Internacional, respectivamente.
“Sólo un pequeño número de países practican esos absurdos homicidios patrocinados por el Estado”, lamentó Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional.
Entre los métodos de ejecución empleados en 2013 figuraron la decapitación, la electrocución, el fusilamiento, la horca y la inyección letal. En países como Arabia Saudí, Corea del Norte, Irán y Somalia se llevaron a cabo ejecuciones públicas.