Un empresario británico tendrá que pagar seis millones de libras esterlinas, o unos 10 millones de dólares, a su exmujer después de ofrecerle el trabajo de asistenta de hogar, informó la prensa local.
El millonario compartía la casa con su exmujer a pesar de que se divorciaron hace un par de décadas.
Cuando el hombre quiso rehacer su vida con otra mujer, no tuvo reparo en proponer a la exesposa convertirse en una sirvienta para él y la familia de su novia.
Fue entonces cuando la antigua pareja del millonario fue al juicio y logró demostrar que estaba divorciada “solo en papel”, mientras que en práctica no se separó del demandado.
Un juez de la Corte Suprema británica estimó que, dadas las circunstancias del caso, el empresario tenía que pagar a su exesposa la mitad de su fortuna, es decir 10 millones de dólares.