El Ministerio ruso del Interior convocó una licitación para el desarrollo de modernos dispositivos de detección de artefactos explosivos, informa hoy Rossiyskaya Gazeta.
El diario señala que la licitación fue abierta el 27 de diciembre, justo dos días antes del atentado terrorista perpetrado en una estación de trenes en Volgogrado.
El dispositivo deberá detectar artefactos explosivos a una distancia de hasta 10 metros y con una probabilidad de al menos 98%. Para la ejecución del proyecto se asignarán 1,2 millones de dólares.
Expertos comentaron a Rossiyskaya Gazeta que los detectores de bombas que hoy tiene Rusia no responden a los requisitos técnicos de movilidad, banda de búsqueda y calidad de detección.
El nuevo dispositivo también deberá determinar la composición química de los explosivos. Los equipos de esta clase, que funcionan con neutrones rápidos, pueden detectar explosivos escondidos en paredes de mampostería a 10 centímetros bajo tierra.
Mientras, la nariz de un perro sigue siendo el mejor "instrumento" para detectar sustancias explosivas, destaca el rotativo.