El estonio Harald Nugeseks, condecorado con la máxima orden de la Alemania nazi, que murió el pasado 2 de enero a los 93 años, fue enterrado con honores militares en la localidad Tori, comunicó la Unión de Combatientes por la Libertad de Estonia formada por los exefectivos de la 20ª División de las SS.
En el funeral participaron miembros de la organización paramilitar Kaitseliit, integrada en el Ministerio de Defensa, los excomandantes de las Fuerzas de Defensa de Estonia, el almirante Tarmo Kouts y el general Johannes Kert, y representantes de las autoridades locales.
El ministro de Defensa del país, Urmas Reinsalu, expresó sus condolencias a la familia del difunto calificándole de “combatiente estonio legendario cuya tragedia consistió en no poder luchar por la libertad de Estonia en un uniforme nacional”.
El presidente de la Sociedad de los Combatientes de la II Guerra Mundial de Tallin, Vladímir Metelitsa, subrayó a RIA Novosti que su organización está indignada por la atención que se presta en Estonia a los criminales de guerra.
“Todos los excombatientes están irritados. Nugeseks fue un criminal de guerra, lo decidieron los Juicios de Núremberg”, recalcó Metelitsa.
Durante la II Guerra Mundial Nugeseks se afilió voluntariamente a la 20ª División de las SS. En 1944 fue galardonado con la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro, la máxima condecoración de la Alemania nazi, por sus méritos en los combates contra el Ejército Rojo.
En total, fueron condecorados con esta orden 43 extranjeros que lucharon con los nazis, incluidos cuatro estonios.
Después de la guerra, Nugeseks fue condenado a 10 años de cárcel y cinco años de destierro a Siberia. En 1958 volvió a Estonia.
Tras la obtención de la independencia por Estonia, en 1994 recibió el grado de capitán retirado. Los medios estonios le han calificado de héroe nacional en reiteradas ocasiones.
