El Ministerio ruso del Interior encargó desarrollar una nueva granada lacrimógena que tras ser lanzada debe explotar inmediatamente y no dar tiempo para devolverla, informa hoy el diario Izvestia.
La granada denominada Tomat (Tomate) completará el arsenal de las fuerzas antidisturbios y ayudará a contener a la muchedumbre o neutralizar a los malhechores en menos de un segundo.
Tras ser arrojada debe explotar en 0,1 segundos liberando el agente lacrimógeno que, según se estima, detendrá a un grupo de 20 personas sin darles tiempo para dispersarse o a su vez lanzar la munición contra los policías.
Los lacrimógenos CR y CS utilizados en el 'tomate' no representan gran peligro, considera Alexandr Gorbovski, experto en armas químicas. "El lagrimeo solo durará un cuarto de hora y si se enjuaga la cara terminará más rápido", señaló.
Las granadas no letales que actualmente utiliza la policía rusa tienen una acción algo retardada y los malhechores pueden evitar la intoxicación, agregó el experto.