El Consejo de Seguridad de la ONU autorizó este jueves la intervención de una fuerza internacional en la República Centroafricana para frenar la creciente oleada de enfrentamientos religiosos que solo anoche causaron decenas de muertos y heridos.
Los miembros del Consejo aprobaron de forma unánime el anteproyecto presentado por Francia y otorgaron mandato de la ONU a un contingente de 3.600 efectivos de la Unión Africana y unos 1.200 militares franceses.
Un hospital de la capital centroafricana, Bangui, informó sobre 10 víctimas mortales y 65 personas con heridas de bala o de machete a raíz de los enfrentamientos ocurridos en la madrugada, según la agencia France Presse que cita a un portavoz de la ONG Médicos sin Fronteras. Un testigo citado por Reuters mencionó la cifra de 23 muertos y 64 heridos.
En Bangui se impuso un toque de queda por orden del presidente interino, Michel Djotodia, que en marzo pasado derrocó a su antecesor, François Bozize. Djotodia fue líder del grupo insurgente Seleka, de mayoría musulmana, que controla actualmente la capital y se enfrenta con las milicias cristianas.
En la República Centroafricana ya se encuentran 600 efectivos franceses, de los cuales 250 fueron emplazados en el centro de Bangui. Francia podría enviar otros 600 militares el próximo fin de semana para respaldar al contingente de paz africano, de 2.500 efectivos, desplegado en el país.
El primer ministro centroafricano, Nicolas Tiangaye, exhortó a Francia a enviar refuerzos en cuanto la ONU dé su autorización.