Al menos 24 personas murieron hoy y otras 65 resultaron heridas a consecuencia de una serie de explosiones en Bagdad, informó la policía iraquí.
Los ataques se produjeron en barrios poblados mayoritariamente por chiíes. Hasta el momento, su autoría no ha sido reivindicada por ninguna organización terrorista.
Irak vive últimamente una escalada de violencia sectaria originada por el conflicto entre suníes y chiíes. En los tiempos de Sadam Husein fueron los suníes quienes dominaron el Gobierno iraquí, pero tras la invasión de EEUU y la caída del régimen anterior, los chiíes pasaron a controlar varios cargos clave, incluido el de primer ministro.
La tensión entre la cúpula chií y la minoría suní roza su máximo nivel desde la retirada de las tropas estadounidenses en diciembre de 2011, y el conflicto en Siria también mina el frágil equilibrio entre las comunidades musulmanas en Irak.