El Comité de Investigación de Rusia y el Comité Interestatal de Aviación consideran el fallo humano como hipótesis principal de la catástrofe del Boeing 737 de la compañía aérea Tatarstán en la que fallecieron 50 personas, escribe el periódico Kommersant.
Es el mismo equipo de investigadores que en 2008 también estableció como culpable a la tripulación del Boeing 737 que se estrelló en la ciudad de Perm.
Los pasajeros que tomaron el mismo avión en el vuelo que había realizado antes de salir para Kazán afirman que el aparato funcionó mal durante el aterrizaje.
Sin embargo, pilotos experimentados, interrogados por los periodistas, tienden a explicarlo por el estado de shock. La compañía también niega que la aeronave estuviera averiada.
El diario Noviye izvestia relata que los vecinos de Kazán que viven cerca del aeropuerto ofrecieron su ayuda a los familiares de las víctimas. Mientras la dirección aeroportuaria tardó, según el periódico que cita testigos, demasiado en informar de lo sucedido.