Actualizado a las 12:08
El presidente de la república rusa de Tartaristán, Rustam Minnijánov, ha decretado este lunes día de luto oficial por las 50 víctimas mortales del accidente aéreo ocurrido la víspera en Kazán, capital de la región.
Un Boeing 737 de la aerolínea regional Tatarstan procedente de Moscú se estrelló la tarde del domingo cuando intentaba aterrizar en el aeropuerto internacional de Kazán. A bordo de la nave viajaban seis tripulantes y 44 pasajeros, todos ellos murieron en el siniestro. Entre los fallecidos figuran el hijo del presidente tártaro, Irek Minnijánov, y el responsable de la Dirección regional del Servicio Federal de Seguridad, Alexandr Antónov, así como dos ciudadanas extranjeras, de Ucrania y Reino Unido.
Las principales hipótesis de la investigación son un fallo técnico y un error de pilotaje, comunicó esta mañana el jefe de la Dirección de Investigación de Accidentes de Tráfico de la región del Volga, Alexandr Poltinin. Con anterioridad se informó que entre las posibles causas del accidente también se barajaban condiciones meteorológicas adversas y un atentado terrorista.
“Se están aclarando todas las circunstancias. La investigación ha pedido a sus colegas de Moscú que recojan muestras de los líquidos técnicos, como queroseno, lubricantes, etc., para llevar a cabo una serie de pruebas”, indicó el funcionario.
Advirtió además de que la identificación de las víctimas podría durar varias semanas, ya que se deberán realizar pruebas genéticas, “porque los restos mortales están bastante fragmentados, y también está el agravante como el factor térmico, es decir que hubo un gran incendio”, explicó.
“La situación se complicó al caer el avión prácticamente en picado y hubo un gran incendio. Después, surgieron otros focos que se han podido extinguir solo esta mañana”, señaló.
Un controlador aéreo reveló en declaraciones a la cadena Rusia 24 que antes de que la nave siniestrada iniciara una segunda vuelta para aterrizar, el piloto comunicó a la torre de control que el avión no estaba preparado para tomar tierra. “Me dijo que iba a hacer una segunda vuelta y le di tiempo de subida, todo conforme a la documentación. Entonces dijo que no tenía configuración apta para el aterrizaje”, afirmó el controlador Kirill Kornishin, al agregar que “todo sucedió pocos segundos después”.
Por otro lado, el Consejo Nacional para la Seguridad en el Transporte de EEUU anunció a través de su Twitter que enviará a Rusia un equipo de expertos que colaborará en la investigación del accidente aéreo de Kazán. La compañía Boeing, fabricante de la nave estrellada, también se mostró dispuesta a cooperar con las pesquisas del siniestro.
Esta mañana, en el lugar de la catástrofe continuaban trabajando más de 500 efectivos, 45 vehículos y dos helicópteros del Ministerio del Interior de Rusia.