Activistas de la Asociación china de Protección de Animales están intentando localizar a unos 1.000 gatos salvados de una muerte casi inminente en restaurantes locales.
Los gatos fueron confiscados por la Policía en una zona montañosa del este de China donde un hombre los transportaba en un camión sin permiso alguno, precisó Associated Press.
Los funcionarios decidieron soltar a los felinos que no tardaron en desbandarse.
Los activistas tratan ahora de reunirlos y encontrar familias que podrían acoger a los animales rescatados.
Los gatos son considerados un manjar en algunas partes de China. Su venta ilegal a establecimientos de comida es una práctica habitual en el país asiático.
Hasta el momento, los defensores de animales han logrado dar con medio centenar de los gatos.