Gazprom ha comenzado oficialmente la construcción de la parte terrestre del gaseoducto South Stream y, además, en el trayecto más complicado del tramo que atraviesa el territorio de Bulgaria, informa hoy en portada el diario ruso Kommersant.
Con este fin el consorcio gasístico ruso ha tenido que hacer a Bulgaria un descuento del precio del gas, además de concederle importantes facilidades en el pago del crédito otorgado con anterioridad.
El acuerdo con Bulgaria prevé además el acceso a la tubería de otros suministradores, algo en lo que se insistía desde la Unión Europea y que hasta ahora Gazprom no había hecho en ninguno de sus proyectos.
La medida sin precedentes se debe a la agravación de las relaciones de Rusia y Ucrania, que dispara la importancia del South Stream, que pasa por el Mar Negro y esquiva el territorio ucraniano.
“Con South Stream, los riesgos que entraña el tránsito desaparecerán para siempre”, aseguró ayer el jefe de Gazprom, Alexéi Miller, en medio de un endurecimiento de las negociaciones entre el gigante ruso y la Naftogaz ucraniana por el pago del gas ruso que consume Ucrania.