La Inteligencia británica se conectaba a los cables ópticos en el fondo del Mediterráneo, cuyos terminales se encuentran en Italia, para realizar escuchas de las conversaciones de millones de europeos, incluidos los dirigentes, informó la revista italiana L’Espresso.
"Cualquier comunicación entre Oriente y Occidente, entre Europa, África, Oriente Próximo y Asia pasaban por la isla de Sicilia. Los servicios secretos británicos interceptaban todo lo que pasaba por los tres canales que tienen terminales en Italia”, escribe L’Espresso.
Se trata de los cables SeaMeWe3 con el terminal en Mazara del Vallo, SeaMeWe4, en Palermo por donde pasa también el cable FEA que une Japón y el Reino Unido.
Según la revista italiana, a diario se interceptaban 600 millones de conversaciones en total.
Los servicios secretos italianos estaban al tanto de lo que pasaba: se informa que el Reino Unido e Italia habían firmado el Acuerdo de Partes Terceras cuyo objetivo es intercambiar los datos de inteligencia sobre la actividad terrorista después de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
El primer ministro de Italia, Enrico Letta, declaró en la cumbre de la UE en Bruselas que Roma se unirá a Berlín y París para exigir explicaciones a Washington sobre las escuchas masivas.
Letta añadió igualmente que los problemas de la seguridad de la información en la UE se deben solucionar sin la participación de EEUU.