El presidente de Rusia, Vladímir Putin, se pronunció hoy por recrudecer las leyes migratorias y analizar en qué sectores la mano de obra importada es prescindible.
“¿Es necesario endurecer la legislación? Sí. Y el anteproyecto prevé sanciones penales para infractores reincidentes de las leyes en materia de migración”, declaró Putin al reunirse este jueves con activistas del partido oficialista Rusia Unida en las afueras de Moscú.
Se refería a un proyecto de ley que la Duma de Estado, o Cámara baja del Parlamento ruso, ya aprobó en primera lectura.
El presidente sugirió al Gobierno pensar en qué ramos es posible sustituir a los inmigrantes por trabajadores locales. Mencionó en particular el comercio.
El diputado Mijaíl Starshínov, uno de los asistentes a la reunión, comentó que el jefe del Estado propone “medidas proteccionistas que se requieren desde hace tiempo”.
“Las plazas vacantes deben ofrecerse primero a los trabajadores locales, y luego a todos los demás”, declaró el legislador. Starshínov es partidario de introducir visados laborales y “cesar el flujo incontrolado de extranjeros a Rusia”.
El número de inmigrantes ilegales en Rusia se estima en tres millones, según la estadística oficial, o hasta 12 millones, según los datos no oficiales.
El Defensor del Empresario ruso, Borís Titov, propuso en septiembre pasado decretar una amnistía para los inmigrantes sin papeles pero el jefe del Servicio de Migración, Konstantín Romodánovski, descartó tal posibilidad.