En las escuelas que implementan programas de lucha contra la violencia aumenta el número de casos de malos tratos entre los compañeros de clase, afirmó un grupo de investigadores estadounidenses en un artículo publicado en la revista Journal of Criminology.
La eficacia de estos programas, adoptados por todo EEUU, se cuestiona desde hace tiempo. Los especialistas que participan en ello enseñan a los alumnos a oponerse a los agresores y a los profesores, a mantener la disciplina en las clases. Sin embargo, según las estadísticas, 1,5 millones de niños estadounidenses son víctimas de malos tratos y el 25% de las escuelas informa de casos de agresión al menos una vez a la semana.
Los investigadores Seokjin Jeong, de la Universidad de Texas, y Byung Hyun Lee, de la de Michigan, analizaron los datos recopilados en el marco de un estudio de 2005 y 2006 sobre el comportamiento de los escolares que abarcó a 7.000 chicos de entre 12 y 18 años de 195 colegios.
Resultó que la probabilidad de ser víctima de la violencia es 1,235 veces mayor en las escuelas que recurrieron a estos programas. En los centros que tomaron medidas alternativas –reforzar los controles y la presencia de los agentes de seguridad- hubo 1,24 veces de malos tratos menos.
Según los datos, los chicos con mayor frecuencia son víctimas de violencia física y las chicas, emocional. La raza o la etnia no son pertinentes.
Las víctimas padecían depresiones, tenían una baja autoestima y pensamientos suicidas.