La mayoría de las economías desarrolladas deben reducir la deuda pública y el déficit presupuestario a mediano y largo plazo, declaró hoy el presidente de Rusia, Vladímir Putin, en la primera reunión de trabajo de la cumbre del G20 en San Petersburgo.
“Sin embargo, restablecer las finanzas públicas no bastará para conseguir un desarrollo sostenible”, indicó Putin.
El presidente ruso subrayó la urgencia de reformas estructurales globales. “Es importante hacer hincapié en las garantías fundamentales del crecimiento y el desarrollo sostenibles”, señaló.
Según Putin, urge regular los mercados de empleo y comerciales y la imposición fiscal, desarrollar el capital humano y modernizar las infraestructuras. A la vez, el presidente reconoció que la realización de reformas estructurales es un proceso complicado y prolongado.
Además, Putin instó al Fondo Monetario Internacional a aceptar mayores compromisos a la hora de distribuir las cuotas.
“Llamo a todos a mostrar una mayor flexibilidad para encontrar una decisión equilibrada de compromiso en la redistribución de las cuotas”, anunció Putin que denunció la ausencia de ratificaciones de los acuerdos de 2010 como causa principal de la demora en este proceso.
El presidente también insistió en adoptar medidas preventivas a nivel nacional y mundial para contrarrestar la reducción del estímulo monetario por parte de EEUU que supone nuevos riesgos para la economía global.
“En los últimos meses surgieron nuevos riesgos, en particular, las consecuencias negativas que crea la progresiva reducción de la política del estímulo monetario en EEUU para otras economías, emergentes ante todo”, indicó Putin.
Según el presidente ruso, hoy en día las prioridades consisten en crear condiciones básicas para sanear la economía global y garantizar su desarrollo cualitativo. Por lo tanto, la cuestión del “estimulo del crecimiento económico y la creación de empleos se volvieron temas centrales de presidencia rusa”.