Ya son más de 50.000 los afectados por las inundaciones en el Lejano Oriente ruso, informó hoy el representante del presidente de Rusia en el Distrito Federal del Lejano Oriente, Víctor Isháev.
“Ya tenemos más de 50.000 afectados”, dijo el funcionario en una reunión dedicada a minimizar las consecuencias de la calamidad natural.
Indicó que muchas personas no pueden regresar a sus casas inundadas, que primero deben ser secadas. “Puesto que ya se aproxima el invierno, habrá que garantizarles un alojamiento provisional, al menos por un año”, dijo.
Ishaév pidió en relación con eso a la Agencia Federal de Reservas del Estado (Rosreserv) suministrar víveres y máquinas de bombeo de agua a los distritos siniestrados.
Propuso también organizar las clases de niños en casas de descanso, debido a la imposibilidad de darlas en las escuelas inundadas.